Hola, me gustaría
saber que se encuentran bien. El día domingo es, por lo general, de descanso; aunque
en muchas ocasiones es el más ajetreado debido a que junta todos los pendientes
personales de la semana con la tendencia universal de reunirse.
Por mi parte, frente
a la extraña costumbre que tengo de despertar temprano (me refiero a lo poco
grato que resulta en domingo) me he puesto como meta publicar algo en el blog.
Quizás, cuando
aparezca sea bastante tarde. Y es que desde un tiempo a esta parte me he vuelto
indecisa con respecto a lo que escribo. No sé la razón exacta, pero me cuesta
avanzar en los relatos que tengo pendientes; y corregirlos cada vez que los leo
no es el mejor de los aportes a la causa.
Bien, alejando las
excusas, deseo contarles que una curiosa idea me rondaba, puede ser de lo menos
original, pero ha contribuido a que mi cabeza se despeje (por lo menos la
primera vez que la llevé a cabo).
Para alguien que
escribe, la vida, sería nada si no lee; y mucho menos si la afición de hacerlo
nace del simple y maravilloso acto de tomar un libro. En lo particular, debo
decir que conmigo sucedió así, aunque en un principio no me diese cuenta y atribuí
a otras causas mi deseo. No leer es empobrecerse. Después de todo (leer) es el
mejor camino para mejorar.
Tomar la decisión de crear
un espacio donde compartir la impresión que algunos libros han dejado en mí no
fue fácil. Apartar el miedo a los errores que pudiera cometer al transitar un
camino complejo me llevaron a dudar; sin embargo, quiero arriesgarme y probar.
LETRAS IMPRESAS, es el nombre que ha tomado el recurso que, en cierta medida, me permite seguir soñando.
Alejada la intención
de restarle importancia a lo declarado, quiero dejar extendida la invitación para
la siguiente entrada con la que se iniciará esta sección. Les adelanto que se trata
un autor chileno.
Como sea del gusto de cada quien, nos vemos o leemos
mañana.
Saludos.
Te mando un beso y te deseo que todo vaya bien y mucho animo.
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